Cuando tenía 14 años, mis padres se divorciaron y me fui a vivir con mi madre y con un hombre del que decía que estaba enamorada. Buscamos una nueva casa donde pudiéramos vivir los tres y finalmente encontramos un lugar perfecto.

Unos meses después y tras saber que mi papá fue diagnosticado con cáncer, mi mamá (ya comprometida con su novio) fue al hospital. Se quedó al lado de mi padre por una semana entera. Yo, mientras tanto, me quedé en la casa, viviendo en una habitación en el sótano, todo el día pegado a la computadora.

Uno de esos días, bastante tarde (alrededor de la media noche, si me acuerdo bien) el novio de mi madre se había ido a acostar y había apagado todas las luces de la casa. Solo había quedado encendida la luz del cuarto de la computadora donde me la pasaba yo. En aquel entonces, teníamos un perro y una gata…no recuerdo dónde estaba el perro en esos momentos, pero la gatita estaba abajo conmigo haciendo…pues lo que los gatos hacen normalmente.

Mientras escribía en la computadora, me di cuenta de que habían pasado varios minutos y que la gata de hecho llevaba bastante tiempo mirando fijamente hacia la puerta, que estaba totalmente abierta. Sus orejas estaban echadas hacia atrás y me percaté de que estaba dejando escapar siseos y gruñidos profundos.

Creyendo que quizá era el perro quien la asustaba tanto, la llamé por su nombre, volteando hacia ella, solo para darme cuenta que la puerta que llevaba al segundo piso también estaba abierta y que frente a ella, había una aterradora figura, hecha de sombras, cuyo tamaño era el de un niño de unos tres o cuatro años.

Mientras calofríos recorrían mi espina y el miedo se paralizaba, pude fijar mi mirada y observar al ente sobrenatural…fue solo por un instante, pero en ese breve tiempo me percaté de que tenía ojos brillantes y pequeños de color amarillo y que una especie de tentáculos negros se retorcían en su cabeza, además de que había otros a los lados de su cuerpo, que no tenían una forma definida.


Lo que sea que eso fuera, reaccionó en un parpadeo y se escondió brincando por encima de las escaleras, aunque aún estaba dentro de mi rango de visión. Luego me di cuenta que la cosa estaba recargada sobre una de las paredes y se asomaba detrás de su escondite, para después ocultarse en cuanto se dio cuenta de que seguía observándola.

Aún no sé cómo, pero de alguna forma junté el valor suficiente para pararme, correr a la puerta, y cerrarla de golpe y con llave. Una hora después, cuando todo estuvo silencioso, salí y corriendo encendí todas las luces de la casa excepto la del cuarto de mi madre y me fui a mi habitación con la luz prendida. Estaba tan aterrado que no me molesté en buscar al perro y tampoco le dije al prometido de mamá sobre lo que había pasado. Solo entré a mi cuarto y me arrastré a la cama.

No sé cómo es que me quedé dormido. Pero lo hice. Lo que sea que esa cosa haya sido, me estaba observando. Pensé que no podría olvidarlo, pero al parecer, me calmé después de un rato.

Una semana después de ese incidente, me quedé a dormir en casa de mi hermano. Como  d me sentía aburrido decidí investigar qué era lo que se me había aparecido. Después de un rato, encontré información que describía exactamente a mi ‘visitante’, y era lo que la gente suele llamar “gente sombra”. Me asusté muchísimo al saber que no nada de eso había sido mi imaginación.

Desde entonces, detesté esa casa. Ese lugar perfecto ya no era mi hogar. Aún me sorprende todo el tiempo que viví allí, pero la realidad es que no tenía muchas opciones. Sin embargo, nunca volví a ver al ente. Nunca. Pero siempre estuve aterrado.

Tres meses después, mi madre y yo regresamos con mi padre, y el que fuera el novio de mi madre tomó también su camino. Y nuestra casa de ensueño se puso a la venta. Quizá aún no la han comprado. Tal vez nunca lo hagan.

Todavía tengo pesadillas sobre la sombra de vez en cuando. A veces, siento que sigue mirándome siempre que me quedo solo. Y desde entonces, le tengo pavor a la oscuridad y no me atrevo a mirar hacia cualquier lugar sin luz.

Porque la oscuridad siempre me mira de regreso, con ojos amarillos.