Qué tal, soy TheIronbird, y soy el curador de esta página para el estudio en el que trabajo: Seven Gates Studio Mx.

Empecé a escribir por allá del 1993. Mis pequeñas historias eran un tanto existencialistas, pues al contrario de lo que muchos niños de mi edad habían hecho, mi primer libro fue La Metamorfosis de Franz Kafka seguido de Cuentos Romanos, de Alberto Moravia. Habiéndome iniciado en la lectura y la filosofía con bastante procacidad, no era de extrañar que empezara a escribir cuando tenía oportunidad, golpeando con singular alegría el teclado de una linda Olivetti verde que mi padre me compró cuando tenía 12 años. 



Nunca me he avergonzado de mi infancia, de hecho tengo la posibilidad de expresar que fue una época bastante feliz y que tuve la oportunidad de contar con padres que estuvieron a nuestro lado todo el tiempo y que nos leían sendas historias, leyendas mitológicas y enciclopedias (sí, enciclopedias, cuando se les acababan los libros qué leernos nos leían tomo por tomo libros de referencia).



Todo esto me permitió tener vocabulario bastante decente hacia los 14 años y entonces fue que el espíritu de la escritura me embargó. Escribí varios cuentos inéditos y si bien la poesía nunca fue demasiado de mi interés, disfrutaba a Sabines y devoraba a Jose Emilio Pacheco y a veces pretendía escribir poseías como las de ellos (quizá las copiaba un poco, lo reconzco). Sin embargo, mi fuerte siempre fue la prosa, en forma de ensayos y artículos. Tuve una fase de profundo nacionalismo que pronto se disipó (al entrar a la preparatoria) y después me volví una pesona bastante cínica.

Un par de meses después de entrar a la universidad y de experimentar una terrible exclusión de todos los grupos sociales convencionales, empecé a ampliar mis lecturas a otros tipos y comencé a sumergirme más y más en la fantasía en forma de literatura, películas, cómics, animaciones...finalmente había encontrado una especie de equilibrio entre aquel ser adolescente, depresivo y cínico con aquel joven adulto idealista, positivo que soñaba despierto demasiado.

Lo anterior, formó en mi una especie de estilo que no puedo definir como realismo mágico (no le haría justicia a ese género y hablando con toda honestidad ni siquiera tengo afición por ese género literario -sobre todo si es latinoamericano-). No soporto a autores como García Márquez en tanto que puedo leer y reeler a Herman Hesse...he leído libros tan buenos como la saga de la Canción de Fuego y Hielo y tan malos como Crepúsculo. Así que...bueno, creo que no tengo una categoría dónde poner mis historias. Supongo que solo son eso: historias.

Tengo algunas novelas en proceso, aunque son inéditas por el momento y no las publicaré en este blog, pero sí subiré algunos cuentos cortos y tonterías que me salgan de la cabeza y que no entren en las otras categorías, esperando que les agraden.

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