Smile.dog trata relata la historia de un escritor novato que visita la casa de una señora que supuestamente tiene una historia que él puede incluir en sus libros. Sin embargo, en lugar de hablar, la mujer se encierra en su cuarto, llorando y quejándose de pesadillas, visiones y otros problemas. Uno de ellos se centra en un disco de computadora que alguien le dio y que contiene la imagen «smile.jpg» (la cual contiene a Smile.dog). Casos similares a este, han seguido apareciendo…

Ver la imagen causa locura y en internet no existen copias de la imagen original, aunque sí hay otras similares. La verdadera imagen de «smile.jpg» solo puede reconocerse debido al efecto que produce en el observador (quien termina muerto).

Adjuntar la imagen en un correo (esto es, «pasar la voz») es la única forma de salvarse del perro sonriente (Smile.dog) que aparece en los sueños, demandando que lo hagas. Algunos dicen que la leyenda tuvo como origen una imagen del demonio.

La historia

La primera vez que me contacté con Mary E. fue en el verano del 2007. Me había puesto de acuerdo con su esposo, de 50 años, para verla y hacerle una entrevista. Al principio, Mary había estado de acuerdo, ya que yo no era un reportero sino un escritor amateur buscando información para algunos proyectos de mi escuela y, si todo se daba de acuerdo al plan, tal vez de ahí podría publicar algunas historias de ficción.

Como estuve un fin de semana en Chicago atendiendo algunos asuntos, agendamos la entrevista pero en el último momento Mary se arrepintió y se encerró en su habitación, negándose a hablar conmigo. Durante media hora me senté con Terrence, su esposo, afuera del cuarto. Yo escuchaba y tomaba notas mientras él trataba, sin mucho éxito, de calmar a su mujer.

Las cosas que Mary dijo tenían poco sentido, pero poco a poco encajaron con lo que yo estaba buscando: aunque no podía verla, por su voz podía darme cuenta que estaba llorando y la mayoría de sus objeciones para hablar conmigo se centraban en quejas sobre sus sueños…sus pesadillas.

Terrence se disculpó de mil formas cuando tuvimos que dar por terminado e hice mi mejor esfuerzo para continuar, recordándoles que yo no era un reportero en búsqueda de una historia sino solo un joven curioso que quería un poco de información. Después de todo (y así lo pensé en aquel momento) más adelante podría encontrar otro caso similar si me dedicaba a ello.

Descubrí que en 1992 Mary era la operadora de sistemas para un pequeño boletín electrónico sobre Chicago, cuando se topó por primera vez con smile.jpg y su vida cambió para siempre. Ella y Terrence apenas tenían cinco meses de casados. Mary era una de las aproximadamente 400 personas que vieron la imagen cuando ésta fue posteada como un hipervínculo en el BBS, aunque ella era la única que había hablado abiertamente sobre su experiencia. El resto había permanecido en el anonimato, o quizá todos estaban muertos.

En 2005, cuando yo acababa de entrar a la preparatoria, smile.jpg atrajo mi atención gracias al interés que tengo en los fenómenos de internet; Mary era la víctima más citada de lo que también es conocido como Smile.dog.

Lo que captó mi interés (además de los evidentes elementos macabros de la ciber-leyenda y mi inclinación por esos temas) fue la total falta de información, hasta el punto en que mucha gente no creía que fuera otra cosa más que un mero rumor o un engaño.

Todo esto es muy particular porque, aunque todo el fenómeno se centra en un archivo de imagen, ésta no puede ser encontrada en ninguna parte del internet. Ciertamente, muchas copias fotomanipuladas abundan en la red y generalmente aparecen en sitios de imágenes tales como 4chan, particularmente en el subforo /x/, el cual se enfoca en cuestiones paranormales. Sin embargo, se sospecha que son falsas porque no producen el mismo efecto que el verdadero smile.jpg supuestamente tiene: ataques repentinos de epilepsia (en el lóbulo temporal) y crisis agudas de ansiedad.

La supuesta reacción en el espectador es una de las razones por la que el misterioso smile.jpg es tratado con desdén, pues es muy claro que resulta absurda. Dependiendo de a quién se le pregunte, la renuencia a reconocer la existencia de smile.jpg puede bien deberse al miedo o a la incredulidad.

En Wikipedia no se encuentra mención alguna de smile.jpg o de Smile.dog, aunque esa página de internet incluye artículos sobre otros, quizá más escandalosos, sitios perturbadores tales como ********* (hello.jpg) o 2girls1cup. Cualquier intento de crear una página relacionada a smile.jpg es inmediatamente borrada por cualquiera de los administradores de dicha enciclopedia.

Los encuentros con smile.jpg son considerados como leyendas del internet. La historia de Mary E. no es única: hay rumores no confirmados de smile.jpg apareciendo en los inicios de Usenet[i] e incluso existe una historia en la que se asegura que en el 2002 un hacker inundó los foros de humor y sátira del sitio Something Awful con una avalancha de imágenes de Smile.dog, provocando que la mitad de los usuarios del foro sufrieran epilepsia de manera simultánea.

También se cuenta que durante la segunda mitad de los 90’s, smile.jpg circuló en la antes mencionada Usenet como un archivo adjunto de una cadena de correos con el asunto “¡¡SONRÍE!! ¡DIOS TE AMA!”.

A pesar de la gran exposición que ese truco hubiera podido generarle a esta imagen, hay muy pocas personas que admiten haberla visto y no existen rastros del archivo o de los enlaces.

Aquellos que, efectivamente dicen haber visto smile.jpg, a veces bromean diciendo que estaban muy ocupados para guardar una copia en su disco duro. Sin embargo, todas las supuestas víctimas coinciden con la descripción de la foto: una criatura parecida a un perro (que tiene o aparenta tener los rasgos de un Husky Siberiano) iluminada por el flash de una cámara, sentado en un cuarto en penumbras y donde el único detalle visible en el fondo es una mano humana que se extiende desde la oscuridad cerca del lado derecho de la imagen. La mano está vacía, pero quienes la han visto dicen que parece que hiciera un gesto de invitación.

Desde luego, la mayor parte de la atención se enfoca al perro (o criatura con forma de perro, de acuerdo a lo que dicen algunas víctimas que dicen estar más seguras de lo que vieron). Según cuentan, su hocico muestra una sonrisa enorme que muestra dos filas de dientes de apariencia humana muy blancos, muy parejos, muy afilados…

Esta, por supuesto no es una descripción que las víctimas hayan dado inmediatamente después de ver la foto, sino una recopilación de lo que esas personas dicen ver en sus mentes mientras sufren los ataques de epilepsia.

Se ha reportado que dichos ataques continúan afectando a los individuos sin un patrón determinado, a veces presentándose mientras duermen, provocando que sufran pesadillas muy vívidas y perturbadoras. Aunque algunos pueden ser tratados con medicamentos, esta técnica ha demostrado ser efectiva en unos individuos pero no en otros.

Asumí, entonces, que los medicamentos que le suministraban a Mary E. no estaban funcionando. Esa fue la razón por la que después mi visita a su departamento en 2007 comencé a sondear en grupos, páginas de internet y listas de correo dedicadas a las leyendas urbanas, esperando encontrar el nombre de alguna otra supuesta víctima de smile.jpg que quisiera platicarme su experiencia.

Pasó tanto tiempo sin que algo sucediera, que me olvidé de mi búsqueda y desde que comencé la universidad estuve muy ocupado.

Mientras ordenaba las cosas que ella había dejado, cerraba sus cuentas de correo electrónico y demás, se encontró con el mensaje que transcribí arriba. Muy desconsolado, me pidió llorando que siguiera el consejo de su esposa. Me reveló que encontró el disco y que lo quemó hasta que quedó hecho un montón de plástico chamuscado. La parte que más lo perturbó, sin embargo, fue que el disquete comenzó producir un sonido parecido al de un siseo mientras se derretía. Como si fuera un animal, dijo.

Admito que estaba un poco inseguro sobre cómo responder a todo esto. Al principio pensé que todo era una broma en la cual la pareja jugó con toda la situación para aprovecharse de mí. Sin embargo, una rápida revisión a los obituarios de los periódicos de Chicago me probó que Mary E. de verdad había muerto.

Por supuesto, no había ninguna mención del suicidio en el artículo. Así que finalmente decidí que no trataría de averiguar más sobre smile.jpg, sobre todo porque tenía mis exámenes finales durante la segunda mitad de mayo.

De acuerdo a servicio de correo electrónico, solo había un archivo adjunto llamado, naturalmente,smile.jpg. Por un rato, estuve considerando si lo descargaba o no. Probablemente era falso, eso creí y aún aunque no lo fuera, estaba completamente convencido de los peculiares poderes de smile.jpg.

La historia de Mary E. me había conmovido, pero de todas formas quizá su mente ya no estaba muy equilibrada. Después de todo, ¿cómo podría una simple imagen provocar todo lo que la gente contaba? ¿Qué clase de criatura podría irrumpir en la mente de alguien a través de una mirada?
Si todas esas cosas eran tan absurdas, ¿por qué la leyenda existía?

Si descargaba la imagen, si la miraba y si Mary estaba en lo correcto, si Smile.dog venía a mis sueños exigiéndome que pasara la voz, ¿qué podría hacer? ¿Viviría mi vida tal como lo hizo Mary, luchando para no rendirme hasta que muriera? ¿O simplemente pasaría la voz, deseando terminar con eso? ¿Y qué pasaría si escogiera esa última opción? ¿Qué haría? ¿A quién se lo enviaría?

Si continuaba con mi intención inicial, que era la de escribir un artículo sobre smile.jpg, podría incluir la fotografía como evidencia y cada persona que leyera el artículo o todo el que tuviera interés en él, se vería afectado.

Incluso suponiendo que el smile.jpg que estaba adjunto al correo fuera genuino, ¿sería lo suficientemente egoísta para salvarme a mí mismo de esa forma?

¿Sería capaz de pasar la voz?

Claro que sí.