Hey, amigo. ¿Te tomas una copa? Tengo una historia muy interesante qué contarte, sobre todo si eres un turista aquí en esta bella Ciudad Luz*
Si vas a este diminuto, sucio y derruido bar en París y el cantinero correcto se encuentra tras la barra esa noche, es posible que seas testigo de una exclusiva muestra de arte compuesta por los trabajos perdidos del mismísimo Henri Beauchamp. Sin embargo, para poder entrar, debes probar que eres un gran seguidor del artista.
Se te preguntará, en perfecto y claro español: “¿Qué le gustaría beber en esta gloriosa noche?”. Deberás responder "absenta**", sin importar qué. Cualquier otra bebida, desde el whiskey hasta el agua, te matará cuando duermas.
La siguiente pregunta será “¿De cuál tipo?” a lo que TIENES qué responder de una de las siguientes dos formas: “Aquella que el hombre mismo no soportaría tomar” o “La absenta más buena. La mejor de todas”. Si pides cualquier otra o de cualquier otra forma, tus noches estarán plagadas de pesadillas por trece días. Cada sueño será más horrible que el anterior hasta que, al final de la decimotercera noche de terror, la última de las visiones te seguirá a donde vayas, sin importar si estás dormido o despierto.
No trates de engañar al barman: si lo haces puerta detrás de ti se cerrará. Deberás beber lo que él te dé, sea peligroso o no, puesto que el hecho de que un hombre tan poderoso haya decidido concederte una audiencia debería ser más que suficiente.
Sin embargo, he escuchado que incluso los moribundos han llegado a elogiar sus bebidas aún aunque se encuentren agonizando.
Si llegas a este punto sin haber sellado tu destino con la muerte, el cantinero te dirá: “Asegúrese de tomarlo con cuidado, ya que es lo más fino y selecto que poseo”.
La siguiente pregunta será “¿De cuál tipo?” a lo que TIENES qué responder de una de las siguientes dos formas: “Aquella que el hombre mismo no soportaría tomar” o “La absenta más buena. La mejor de todas”. Si pides cualquier otra o de cualquier otra forma, tus noches estarán plagadas de pesadillas por trece días. Cada sueño será más horrible que el anterior hasta que, al final de la decimotercera noche de terror, la última de las visiones te seguirá a donde vayas, sin importar si estás dormido o despierto.
No trates de engañar al barman: si lo haces puerta detrás de ti se cerrará. Deberás beber lo que él te dé, sea peligroso o no, puesto que el hecho de que un hombre tan poderoso haya decidido concederte una audiencia debería ser más que suficiente.
Sin embargo, he escuchado que incluso los moribundos han llegado a elogiar sus bebidas aún aunque se encuentren agonizando.
Si llegas a este punto sin haber sellado tu destino con la muerte, el cantinero te dirá: “Asegúrese de tomarlo con cuidado, ya que es lo más fino y selecto que poseo”.
A partir de ese momento, puedes hacer dos cosas:
Decir, palabra por palabra lo siguiente “Sobreestime mi fortaleza, te deseo buenas vísperas”. Si el tabernero asiente, puedes salir por la puerta por la que entraste, sin sufrir ningún daño y sin haber ganado o perdido algo (excepto el tiempo que permaneciste dentro).
…o continuar.
Se te entregará un vaso con esquinas en forma de heptágono, cada lado comenzará a doblarse delicadamente sobre la base hasta que adquiere forma lisa y fácil de sostener. También recibirás una cuchara para absenta sumamente especial, con la forma de una llave. Los agujeros de la punta de la llave te servirán como filtro para que el cubo de azúcar se disuelva sobre la bebida.
Además de ello, se te dará una botella a la cual se le quitó la etiqueta desde hace mucho, con solo los restos de lo que en su momento fue el papel adherible, ahora podrido por las décadas transcurridas.
La cuchara es completamente plana, pero tiene dos lados distintos: uno con una muesca alrededor de la llave y uno que no. Deberás darle la vuelta, de tal forma que la ranura quede hacia abajo. Si lo haces en la dirección contraria, tu absenta sabrá horrible, tu nariz se quemará y tus ojos se secarán en sus cuencas a causa de inenarrables horrores fuera de este mundo.
Pero si la cuchara es colocada correctamente, comenzarás a preparar la absenta de manera normal (coloca el azúcar en la cuchara y vierte el alcohol sobre él para que así adquiera su color característico y sus “cualidades especiales”).
Decir, palabra por palabra lo siguiente “Sobreestime mi fortaleza, te deseo buenas vísperas”. Si el tabernero asiente, puedes salir por la puerta por la que entraste, sin sufrir ningún daño y sin haber ganado o perdido algo (excepto el tiempo que permaneciste dentro).
…o continuar.
Se te entregará un vaso con esquinas en forma de heptágono, cada lado comenzará a doblarse delicadamente sobre la base hasta que adquiere forma lisa y fácil de sostener. También recibirás una cuchara para absenta sumamente especial, con la forma de una llave. Los agujeros de la punta de la llave te servirán como filtro para que el cubo de azúcar se disuelva sobre la bebida.
Además de ello, se te dará una botella a la cual se le quitó la etiqueta desde hace mucho, con solo los restos de lo que en su momento fue el papel adherible, ahora podrido por las décadas transcurridas.
La cuchara es completamente plana, pero tiene dos lados distintos: uno con una muesca alrededor de la llave y uno que no. Deberás darle la vuelta, de tal forma que la ranura quede hacia abajo. Si lo haces en la dirección contraria, tu absenta sabrá horrible, tu nariz se quemará y tus ojos se secarán en sus cuencas a causa de inenarrables horrores fuera de este mundo.
Pero si la cuchara es colocada correctamente, comenzarás a preparar la absenta de manera normal (coloca el azúcar en la cuchara y vierte el alcohol sobre él para que así adquiera su color característico y sus “cualidades especiales”).
Di “salud” a tu amigo, el tabernero. Brinda con él, y bebe el contenido del vaso. Si no lo haces, la absenta quemará todo lo que toque con el poder del ácido sulfúrico.
Si lo haces bien, las de por sí pálidas luces que iluminan el lugar se apagarán y la oscuridad cubrirá el lugar. No temas, pues ésta es la señal de que has sido aprobado para la exhibición. Espera en la oscuridad, silencioso como un muerto, hasta que el barman decida que puedes hablar.
Finalmente (tras dos o tres minutos) un farol verde iluminará intensamente una de las puertas más lejanas del bar.
Si lo haces bien, las de por sí pálidas luces que iluminan el lugar se apagarán y la oscuridad cubrirá el lugar. No temas, pues ésta es la señal de que has sido aprobado para la exhibición. Espera en la oscuridad, silencioso como un muerto, hasta que el barman decida que puedes hablar.
Finalmente (tras dos o tres minutos) un farol verde iluminará intensamente una de las puertas más lejanas del bar.
Todo el recinto se bañará en verde, no solo por aquella luz: pequeñas esferas luminiscentes flotarán a través del cuarto y el tabernero habrá desaparecido, al igual que cualquier otra persona que haya estado en el lugar antes.
No existen peligros en ese momento…considéralo un punto “seguro”. Si no terminaste la absenta, no necesitas hacerlo, pero podrías necesitar el alcohol. De cualquier forma, toma la cuchara en forma de llave e introdúcela en la cerradura de la puerta iluminada con verde. Entrará perfectamente; empuja hacia el fondo hasta que escuches un sonoro chasquido.
Dentro, habrá un pequeño elevador y dentro verá a la mujer más bella que cualquier ojo mortal pudiera contemplar, bañada con aquel brillo verde en un ángulo tal que pareciera que la luz refractara detrás de ella la forma de un par de alas.
No existen peligros en ese momento…considéralo un punto “seguro”. Si no terminaste la absenta, no necesitas hacerlo, pero podrías necesitar el alcohol. De cualquier forma, toma la cuchara en forma de llave e introdúcela en la cerradura de la puerta iluminada con verde. Entrará perfectamente; empuja hacia el fondo hasta que escuches un sonoro chasquido.
Dentro, habrá un pequeño elevador y dentro verá a la mujer más bella que cualquier ojo mortal pudiera contemplar, bañada con aquel brillo verde en un ángulo tal que pareciera que la luz refractara detrás de ella la forma de un par de alas.
Sin embargo, aún hay un obstáculo más qué superar. Ella te preguntará, mientras entras al compartimento: “¿Cómo podrías comparar el surrealismo de Beauchamp con el de, digamos, René Magritte?” a lo que deberás responder “Esta noche he venido a ver más que sólo arte”.
Si no lo haces, la luz verde desaparecerá, las puertas se azotarán y cerrarán y el elevador se desplomará en lo que parecerá ser la oscuridad infinita, antes de que una brillante luz roja aparezca mientras el ascensor se acerca a las mismísimas profundidades del infierno.
Ahora bien, en este punto no estoy tan seguro como en lo anterior sobre lo que pasará, pero he escuchado que si El Hada Verde te besa en la mejilla antes de que deje el elevador , se te bendecirá con inspiración creativa, tu musa siempre activa y cambiante.
Sin embargo tú no puedes pedirle que te bese o besarla tú a ella, sino que debe hacerlo por su propia elección.
Si no lo hace…no pasa nada, pero no hay razón de provocar la ira de la mujer que es responsable de mantener las pinturas de Beauchamp a salvo por tantos siglos.
Entrarás, desde el elevador, a una estancia de principios del siglo pasado, con un poster grande de Henri Beauchamp colocado en la pared de la izquierda. A la derecha, hay una puerta.
Tomarse un tiempo para leer lo que dice el cartel es una buena idea, puesto que explica la importancia fundamental de Monsieur Beauchamp. Verás que se trataba de un surrealista de los años 20's con muchos problemas, pero siempre haciendo arte, tratando de liberarse de toda premeditación...lo que, de hecho logró conseguir. Ya te cuento.
Primero fueron solamente dibujos geométricos, seguidos de fractales completos. Posteriormente, imágenes que aparecerían en el periódico al día siguiente…luego que aparecerían hasta la siguiente semana…después…de cosas que sucedieron cincuenta años antes. Cien años en el futuro. Doscientos años en el pasado…
Y así, en la última noche de su existencia, raptó a tres jóvenes de sus casas, las asesinó y elaboró sus más grandes obras maestras con los rojos y amarillos de la sangre y la bilis de aquellas vírgenes.
Se suicidó inmediatamente después de haber pintado exactamente 13 piezas.
Esas son precisamente las que se encuentran detrás de la puerta.
- El génesis del universo;
- La única visión real de Dios como se vería a través de por los ojos de los hombres;
- La verdadera imagen de Jesucristo;
- Las extensas nubes del Cielo;
- Un retrato con los rostros de cada Papa, desde el primero hasta aquellos que aún no se conocen y, finalmente,
- un retrato de la aparición de Jesús en la Segunda Venida.
- El cataclismo del universo;
- La única visión real de Satán tal y como se vería a través de los ojos de los hombres;
- La verdadera imagen del Anticristo;
- Las intensas llamas del infierno;
- Un retrato con los rostros de cada demonio con forma humana en la tierra, desde los primeros hasta aquellos que aún no se conocen y finalmente,
- un retrato del Anticristo en la Segunda Venida.
Sin embargo, seis más seis son doce. ¿Dónde está la decimotercera pintura?...
Esta está volteada hacia la pared. Es espacio alrededor de está es de muy amplio, y debajo suyo hay tres signos, escritos en distintos lenguajes. El primero, está en el idioma de los ángeles de mayor rango; el de la parte inferior está escrito con las runas de los más altos grados demoníacos y el de en medio está en letras romanas:
NO TOCAR
He escuchado que, de alguna forma, mientras moría, Beauchamp se quitó la piel y extrajo sus propios órganos, incluso su propia alma…y la plasmó en una especie de collage.
Cómo fue qué él tomó su cuerpo muerto y creó tan horrible obra maestra, no podría decirlo y, si pudiera, no me atrevería a hacerlo.
Así que…si logras llegar hasta allí… ¿Quizá podrías voltear el cuadro y decirme lo que ves? Quizás podrías contármelo mientras nos bebemos un trago…
*Así también se le conoce a París.
**Ajenjo.
+ + + + +
Nota: esta historia está traducida y adaptada por mí directamente desde la fuente original de la creepypasta. Hice algunas correcciones sintácticas y de información además de realizar adecuaciones idiomáticas, por lo que seguramente será un tanto diferente a otras traducciones amateur publicadas en otras páginas de pastas en español.
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Crédito de algunas imágenes:
Kua, B. (2009). To the fermenting cellar!!! Recuperada de http://www.flickr.com/photos/bensonkua/3847452022/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons de Atribución-CompartirIgual 2.0 Genérica de acuerdo a http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es).
Hotblack. (2012). Empty-corridor. Recuperada de http://morguefile.com/archive/#/?q=empty museum (imagen publicada bajo licencia Creative Commons de Atribución-CompartirIgual 2.0 Genérica de acuerdo a http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es).
Marin & Freedigitalphotos.net. (2012). Portrait of a pretty yourn woman. Recuperada de http://www.freedigitalphotos.net/images/Younger_Women_g57-Portrait_Of_A_Pretty_Young_Woman_p111612.html (imagen publicada bajo licencia Royalty Free de acuerdo a http://www.freedigitalphotos.net/images/terms.php).